Cómo cultivar vainilla
Vainilla, tan suave, tan ella…
Tan acostumbrados estamos a la esencia de vainilla que sólo los expertos cocineros hacen a un lado el pequeño bote para regresar a las raíces. La esencia es a la vainilla lo que el café instantáneo a los granos: pura química. Para enriquecer nuestros platos, lo mejor es cultivar vainilla en casa para tomar las vainas y despedazarlas con gusto. Incorporarlas a los postres y entonces disfrutar de su potencia y sabor.
Veamos entonces como cultivar vainilla en tu huerto urbano.
Historia
La vainilla no es otra cosa que una vaina comestible de un género de orquídeas. La especie más conocida es la Vanilla planifolia, pues ella tiene un fruto muy particular del que se obtiene el saborizante, es decir la vainilla.
Esta planta de origen tropical crece en algunos lugares de África, como Madagascar, y también es típica de México. De hecho, fueron los conquistadores europeos quienes la descubrieron en Veracruz, bautizándola como vainilla porque se parece a la vaina de una espada pero mucho más pequeña.
La siembra
Cultivar vainilla es algo difícil así es que lo primero es reproducir las condiciones naturales de la planta, es decir un hábitat tropical. Para eso necesitarás, un lugar cálido y húmedo además de exposición solar. En el caso de no vivir en un lugar con estas características, puedes cultivarlas en un invernadero. Lo ideal es que el ambiente esté a una temperatura de unos 65 grados.
Luego compra un esqueje de vainilla de al menos 30 cm de largo. Los mismos se desprenden de las plantas ya maduras que miden cerca de 6 metros o más. Sumerge el esqueje en agua durante unos 10 minutos y luego retíralo para remojar los extremos del esqueje nuevamente, dejándolos en agua durante los siguientes cinco días.
Si bien la planta necesita del sol también requiere de algo de sombra así es que piensa un lugar adecuado para plantar el esqueje teniendo en cuenta que además necesitará estar cerca de un enrejado o de un árbol. Planta el esqueje en una maceta con tierra para orquídeas (es decir que contenga corteza de pino, perlita y mantillo) colocando la parte inferior de los dos nódulos de la planta en la tierra y cubriéndolos con 2 cm de tierra.
Luego ata la planta a una estaca o al enrejado para que tenga un sostén al crecer. En lo posible, agrega una capa de mantillo para así enriquecer la tierra. La planta debe estar expuesta al sol al menos durante medio día así es que mueve la planta de lugar para conseguirlo.
Recuerda que la planta florece recién a los dos a siete años así es que para cultivar las vainas de vainilla habrá que tener paciencia pues una vez cultivada la orquídea hay que aguardar a la floración que se produce apenas durante seis semanas al año y con flores que duran tan sólo un día, fecha en la que hay que polinizar la flor para así obtener las vainas de vainilla.
¿Cómo hacerla? Es un delicado proceso manual que se realiza en cada flor temprano en la mañana. Hay que empujar la masa de polen con los dedos y exponer el estambre que se encuentra debajo de la antera. Luego se coloca el polen en la cresta y se la empuja de regreso a su lugar con cuidado para asegurar el contacto.
El riego
Riega en forma esporádica durante el primer mes para no dejar que el suelo se seque por completo. Luego riega la planta en forma regular evitando que se sature de agua o que se seque por demás. Lo ideal es regar la orquídea a diario con agua blanda.
Plagas y enfermedades
Las principales plagas y enfermedades que afectan a la planta de vainilla son:
– Antracnosis (Calopora-Vainillas Massee): ataca a las hojas y a los tallos de la vainilla y se presenta en forma de manchas de color amarillo ocre.
– El Calospora Vainillae: un parásito que se da en condiciones de humedad en el suelo y en el medio ambiente.
– Hectria Vainillae Zin: una enfermedad conocida como negrilla que produce manchas de color oscuro en diversas zonas de la planta.
– Chajuixtle o Herrumbre (Urongces Joffrinix): afecta al fruto, que presenta pequeñas pústulas. En las hojas aparecen manchas irregulares rodeadas por una estrecha franja negra.
– Pudrición de las raíces: una enfermedad causada por un hongo de género Tusarium que provoca que la planta se marchite.
– Flusia Aurífera: una plaga producida por la oruga de una mariposa que se alimenta de las partes tiernas de la planta.
– Spinas Floridules: es un hemíptero conocido vulgarmente como “piojo de la vainilla” que afecta las hojas, flores y frutos.
– Dydareus Coandimus y Dobecurete: son unas chinches que atacan a los retoños de flores impidiendo la fecundación.
– Conchylia Vainillana: es una oruga que ataca los frutos jóvenes.
La cosecha
Una vez polinizada las flores, las vainas aparecen a los dos meses aunque habrá que esperar 9 meses hasta que maduren.
El momento de la recolección de las vainas es cuando están verdes y comiencen a ponerse amarillas en la parte inferior. Una vez cosechadas hay que curarlas exponiéndolas a la luz solar durante tres horas. Luego hay que doblarlas por dentro para que suden durante la noche y repetir la operación completa hasta que tomen el característico color marrón. Por último, sécalas en una habitación bien ventilada colgándolas entre dos y cuatro semanas.
Cuidados imprescindibles
Si queréis cultivar vainilla con total éxito, sesguid estos cuidados imprescindibles:
– al momento de sumergir el extremo del esqueje recuerda hacerlo de tal forma que las hojas apunten hacia la parte inferior del mismo.
– la savia de las raíces de la planta pueden irritar la piel así es que se recomienda usar guantes.
El precio alto de la vainilla se debe a los numerosos cuidados que exige la planta, por ello si quieres saborear una esencia o vaina de vainilla 100% ecológica, poneros manos a la obra y cultivad vainilla en vuestra mesa de cultivo.
Doblarla por dentro no entiendo esa parte
Yo pensé lo mismo.