Cómo cultivar chirivía
Chirivía, la hermana menor de la patata
¿Conoces la chirivía? Es un vegetal que fue muy popular tiempo atrás, y que en la actualidad, muchos hogares lo utilizan para preparar caldos y pucheros. Nutritiva y fibrosa, cultivar chirivía es un gran oportunidad para tu mesa de cultivo ¿Os animáis?
Historia
También conocida como pastinaca o apio de campo, la chirivía pertenece a la familia de las Umbelíferas, es similar a la zanahoria aunque tiene más sabor que ella. Originaria de la zona temperada de Europa donde crece silvestre aún hoy, era un alimento muy consumido en la época greco-romana hasta que fue reemplazada por la patata.
La raíz es la parte comestible del cultivo que tiene un color blanco a pardo y una fisionomía similar a la de la zanahoria.
La siembra
La chirivía puede ser cultivada en cualquier terreno que sea profundo y poco pedregoso, Hay que evitar los suelos ácidos para que las raíces no se agrieten y abonar la tierra antes de la siembra.
La siembra debe realizarse a comienzos de la primavera y el proceso consiste en sembrar puñados de semillas a 15 cm de distancia entre sí y a una profundidad de 1 cm. Se recomienda plantar las semillas un día sin viento pues las semillas son muy livianas y sembrar en hileras.
Una vez sembradas, es necesario aumentar la temperatura del suelo realizando un acolchado, esto si el clima aún es fresco. Si bien lo ideal es sembrarlas en primavera es un cultivo que soporta bien las heladas.
El riego
La chirivía necesita de un riego regular pues la tierra siempre debe estar húmeda. El riego debe ser constante pues si nuestros ejemplares son regados de repente pueden agrietarse. Hay que ser cuidadoso al regar para evitar que el terreno se encharque, algo que afecta a las raíces hasta pudrirlas.
Plagas y enfermedades
Si te decides a cultivar chirivía, estas son las plagas y enfermedades que afectan:
- Pulgones: no sólo provocan daños en la planta sino que además son trasmisores de virus.
- Gusanos grises: las orugas se comen las partes aéreas de la planta.
- Mosca de la zanahoria: un insecto que ataca la raíz.
- Nematodos: una plaga que provoca pérdidas de calidad por la bifurcación de la raíz o bien por la aparición de nódulos.
- Mildiu: se trata de una infección que da lugar a unas manchas de color.
- Oídio o blanquilla: conocido como “ceniza”, produce manchas blancas polvorientas y ataca hojas, tallos y botones. Es provocado por un hongo.
- Quemadura de las hojas: una enfermedad que provoca lesiones irregulares en los filos de las hojas.
La poda
Para que la chirivía crezca con fuerza es necesario quitar las malas hierbas para evitar la competencia. Por otra parte, es importante ser cuidadoso al labrar la tierra para evitar que las raíces se dañen.
La cosecha
La recolección puede realizarse a partir del otoño y es sencilla pues sólo hay que arrancar las raíces a medida que se necesiten pues es posible dejarlas en la tierra sin inconvenientes durante el tiempo que se desee.
Cuidados imprescindibles
Aquí puedes leer más tips sobre el cultivo de chirivías:
– Las chirivías son más dulces si crecen en inviernos fríos, puesto que el frío hace que una parte de su almidón sea transforme en azúcar.
– Si el terreno es idóneo y puede retener el agua, las chirivías serán más finas, bien formadas y de una mejor calidad.
– Es importante preparar un buen lecho de siembra con una labor profunda inicial para luego realizar labores superficiales. La tierra entonces estará más mullida y fina.
Si quieres innovar en tu mesa de cultivo, puedes probar con las chirivías para así disfrutar de las alternativas que nos regala la naturaleza.
