Control de plagas biológico en huertos urbanos
El control de plagas es un tema que preocupa tanto a gran escala como a nivel doméstico. De hecho diversas comunidades apuestan por un control de plagas: Madrid, Barcelona, Valencia, Galicia, entre otras.
Antes de abordar este tema, debemos primero conocer y comprender este concepto relativamente novedoso. El control biológico es una de las tácticas más importantes para alcanzar los objetivos fijados en los cultivos de una manera más sostenible y respetuosa hacia ellos y el medio ambiente. El control biológico, es denominado como la regulación de insectos plaga, utilizando a sus enemigos naturales (enfermedades y depredadores) para controlarlos.
Antes de tener que recurrir a productos pesticidas o técnicas que los eliminen, la manera más eficaz para evitar una plaga en nuestro huerto ecológico es prevenir que colonicen, ¿Cómo prevenir que nos ataquen? Muy fácil, vigilando. No hay mejor manera de evitar cualquier plaga que examinar muy cerca nuestras plantas y de manera regular (más ecológico que esto no lo hay), para ponernos manos a la obra en cuanto detectemos la más mínima señal de cualquier insecto o enfermedad que pueda afectar a nuestros cultivos. Estas son algunas medidas incluidas dentro del control biológico que puedes tomar para prevenir su aparición:
- – Cultivo de plantas aliadas: Algunos tipos de plantas aromáticas repelen los ataques de pulgón, por lo que, si las plantas entre tus cultivos, tendrás menos riesgos de que aparezcan. Algunas de esas plantas son romero, menta, salvia, hisopo, ajo.
- – Cuida tus plantas: Proporcionar a tus plantas las condiciones óptimas para que se mantenga fuerte y pueda defenderse fácilmente contra cualquier ataque, es una excelente opción. Controlar las malas hierbas de alrededor, pues pueden ser el refugio perfecto para insectos que atacan a las plantas del huerto.
- – A mano: Funciona bien contra insectos grandes y con un nivel de infestación bajo. Requiere una paciencia.
- – Rotar cultivos: La rotación de cultivos es la plantación en el mismo sustrato de un tipo de cultivo distinto en cada período. Por ejemplo, primero una hortaliza de hoja (col, lechuga…), luego una de raíz (remolacha, apio, zanahoria).
- – Limpieza: Limpiar las herramientas que han estado en contacto con plantas enfermas y eliminación de los restos de estas plantas para que no se propague la enfermedad a otras.
- – Humedad: Hay que evitar el exceso de humedad, ya que beneficia al desarrollo de hongos y bacterias.
- – Lucha biológica: liberación de insectos depredadores (depredadores) u hongos patógenos (enfermedad) de la plaga que está atacando a nuestro cultivo.
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