Berenjena ¡atención a su cocción!
Un perfecto reemplazante de la carne por su textura y saciedad, si te has decidido a cultivar berenjenas y a cosecharlas… recuerda de cocinarlas bien.
La berenjena pertenece a la familia de las solanáceas, nombre que reposa en una sustancia tóxica que forma parte de su composición fisiológica: la solanina. Esta sustancia está compuesta por un alcaloide que trae problemas a la salud (vómitos, migrañas, diarrea, etc.)
Si bien la cantidad de solanina en la berenjena es baja, se recomienda no comer la berenjena cruda. Existen remedios y preparados medicinales naturales, como el zumo de berenjena para tratar problemas de sobrepeso, que no implican contraindicación alguna.
¿Un curiosidad? En la Antigüedad, la berenjena era conocida como Solanum insanum y era considerada culpable de altas fiebres y diversas crisis epilépticas y de locura. De ahí que su nombre alegaba a lo “insano”, “inapropiado”… Esto se debía a la falta de conocimiento a la hora de su consumo, de cocción.
La berenjena es una verdura muy versátil, que ofrece un amplio abanico de técnicas de cocción: asada, frita, rebozada, al vapor, al horno. Recuerda un buen consejo: Nunca debes comerla cruda.
Si quieres cultivar berenjena en tu huerto en casa, sigue nuestras recomendaciones.