Cómo cultivar endivias
Endivias, una variedad de achicoria
Jugosa, crujiente y fresca al mismo tiempo. Esas son las grandes virtudes de la endivia. Puedes probarla combinada con varios aliños y acompañantes como pasas y pistachos. La endivia es de esas verduras que son difíciles de incorporar, pero una vez que lo haces no podrás abandonar.
Por ello os animamos a cultivar endivias en vuestro huerto en casa. Un cultivo ideal para mesas de cultivo ¿Os animáis?
Historia
La endivia también es conocida como endibia o achicoria de Bruselas debido a que se trata de una variedad de achicoria. Su nombre científico es Cichorium endivia var. Crispa y pertenece a la familia de las Compuestas (Asteraceae).
Se cree que es originaria de la zona mediterránea aunque la variedad actual es consecuencia de un empleado del jardín botánico de Bruselas, quien advirtió que las raíces de achicoria recubiertas con una capa de tierra rebrotaban en la oscuridad formando una segunda pella de hojas algo blancas y alargadas. Desde entonces, Bélgica es el gran productor de este cultivo.
La siembra
La endivia crece en suelos ligeros, profundos, bien aireados y drenados, de textura limosa, ligeramente alcalinos y con un pH neutro. Necesitan un terreno con una cantidad media de materia orgánica, sin piedras y profundo. Además es un cultivo que crece a una temperatura a partir de los 8ºC, desarrollándose mejor cuando la temperatura oscila entre los 16-20ºC.
En el verano se siembra las semillas en hileras, en surcos separados por entre 33 y 36 cm. entre unos y otros. Es importante respetar la regularidad al momento del cultivo, tanto de la separación de las semillas como de la profundidad y al momento de cubrir con tierra.
El riego
Este cultivo necesita ser regado luego de la siembra.
Plagas y enfermedades
Observa bien tu cultivo para así evitar que las endivias caigan rendidas ante los siguientes enemigos:
– Mildiu de la lechuga: afecta las hojas y se lo distingue porque aparece un fieltro blanco-harinoso en el envés de las hojas y unas manchas que amarillean en las hojas. Uno de los primeros síntomas aparece en las plántulas que, una vez infectadas, amarillean, se secan y se mueren prematuramente.
– Esclerotinia: una enfermedad que provoca que ataca al tallo y provoca que la planta colapse y muera. Es visible porque aparece un micelio blanco algodonoso y unas manchas acuosas.
– Gusanos grises: son pequeñas larvas que provocan el marchitamiento de las hojas, afectando además el cuello de la planta.
La poda
Recuerda que es importante escardar las malas hierbas durante todo el ciclo del cultivo.
La cosecha
¿Cuándo están listas nuestras endivias para ser consumidas? La cosecha se realiza en otoño. Unos días antes de la recolección hay que realizar la tarea de blanqueo de las hojas que consiste encerrar la cabeza de la planta con las hojas exteriores o bien cubrir la planta con un cono de papel.
Al momento de cosechar, debes cortar las endivias a 2-3 cm. del cuello de la raíz
Por otra parte, se arrancan las raíces y se quitan las raicillas adventicias que puedan tener. Entonces se las sitúa en un receptáculo con tierra suelta y se las riega una única vez. Por último hay que colocarlas en un lugar oscuro y taparlas. Luego de un mes, buenas noticias: habrán brotado unos cogollos muy tiernos aptos para el consumo.
Cuidados imprescindibles
Puedes tener mejores resultados al cultivar endivias si tienes en cuenta lo siguiente:
– Recuerda que la endivia no soporta el exceso de abono, un exceso nutritivo le es desfavorable.
– Evita los terrenos muy arcillosas o pedregosas pues dificultarán la recolección.
Crudas o cocidas, como guarnición o añadiendo un toque especial a paltos principales, lo importante es que las endivias estén presentes en tu huerto y en tu cocina. Mucho más si se trata de endivias de tu mesa de cultivo, frescas y orgánicas.
