Cómo cultivar melisa
Melisa, la hierba del corazón
Es la planta del corazón, una hierba aromática que, según el mito popular, cura el mal de amores y la tristeza. Lo cierto es que la melisa es muy recomendable para las alteraciones cardíacas y es por eso que los árabes la utilizan desde el siglo X.
Además, es muy interesante tenerla en la mesa de cultivo pues atrae a las abejas y esto ayuda a polinizar las hortalizas. Entonces bien, si sufres por amor, te sientes triste o bien quieres tener un floreciente huerto urbano debes cultivar melisa.
Aquí te orientamos sobre cómo hacerlo…
Historia
La melisa es una hierba que pertenece a la familia de las Labiadas y no necesita de gran espacio pues alcanza una máxima de 70 cm. de altura. Su nombre científico es Melisa officinalis L y se trata de una planta perenne que crece en las zonas sombrías de maleza de Europa.
La siembra
La melisa prefiere crecer en lugares con sombra y tolera cualquier tipo de suelo aunque lo óptimo son los terrenos preferentemente arenosos, ricos en materia orgánica, fértiles, permeables y húmedos. A pesar de preferir la sombra, necesita recibir algo de sol para que la planta no se vuelva fibrosa y descolorida.
Por otra parte, es una planta que se adapta a diferentes condiciones y así es como resiste un suelo pobre y arenoso donde el sol es intenso y tolera las sequías aunque no resiste las heladas o las bajas temperaturas.
La melisa se cultiva por siembra de semillas o por división de raíces que tengan algunos brotes de la planta. En el caso de hacerlo por semillas, hay que sembrar durante las últimas semanas de la primavera y el verano pues las semillas necesitan del calor para germinar.
Es importante sembrar con una separación de al menos 30 cm. entre las semillas o las raíces pues los tallos crecen de forma rastrera cerca de la raíz por lo que la base de la planta es muy densa. Si se cultiva en filas, habrá que mantener una distancia de 20 a 30 cm. entre una y otra.
El riego
Al cultivar melisa en tu mesa de cultivo, debes saber que esta hierba necesita un riego moderado para mantener la humedad, en especial durante el verano. Sin embargo, resiste las sequías por lo que en invierno no es necesario regarla demasiado al tiempo que se adapta a la falta de agua.
Plagas y enfermedades
¡Una buena noticia para quienes planten melisa! Debido a su alta concentración de aceites naturales en sus hojas no se ve afectada por las típicas plagas y enfermedades vegetales. Sin embargo, se sabe que las plantas que han sido excesivamente regadas sufren de:
- Podredumbre de las raíces: producida por la aparición de hongos en condiciones de mucha humedad que provocan el marchitamiento de las hojas y la muerte de la planta.
- Oídio: una enfermedad producida por un hongo cuyo síntoma es la aparición de una capa de micelio blanco en forma de estrella.
La poda
Para evitar la competencia hay que quitar las malas hierbas y cortar los tallos que se pudren durante el otoño.
La cosecha
Las hojas de melisa están disponibles casi todo el año y se pueden usar frescas al momento de necesitarlas. Lo ideal es recoger las hojas poco antes de que las yemas florezcan para luego cortar la planta al ras de tierra en otoño, cubriéndola a continuación con compost o mantillo.
Hay que ser cuidados durante la recolección pues la melisa se magulla con facilidad. El primer año la recolección no será muy abundante.
Las hojas se secan en manojos, dentro de recipientes cerrados y en un lugar oscuro y aireado. Otra opción es cortar ramas para formar hierba seca, armando atados que luego deben ser colgados hacia abajo a la sombra y en un lugar bien ventilado. Una vez secas, las hojas se muelen y guardan en frascos.
Consejos imprescindibles
¿Quieres saber más sobre el cultivo de melisa? Presta atención:
– No es aconsejable sembrar en otoño pues entonces las raíces no tendrán tiempo para asentarse antes de la llegada de las heladas.
– La melisa florece en verano, con exponentes pequeños con pétalos blancos. Son las flores las que atraen a las abejas debido a su rico néctar.
– El aroma de la melisa es similar al de las hojas del limón.
– Se recomienda elegir días de baja humedad ambiental para la cosecha pues entonces se evitará la aparición de hongos.
La melisa es una hierba aromática de bajo mantenimiento, ideal para tener en casa y disfrutar de sus virtudes. ¿Te animas a cultivar melisa en tu huerto orgánico?
