Sustrato para tus cultivos

El sustrato en el cual se desarrollan nuestros cultivos es primordial. Si piensas en tener un huerto dinámico y florido, es importante que tomes nota de cómo hacer la tierra ideal para tus cultivos.

Como ya sabemos, cada planta tiene sus necesidades y con ello nos referimos a pH, nutrientes, etc. sin embargo hay una regla general para casi todas, un común denominador que es: crear un sustrato que tenga como características:

– Retención de agua

– Buen drenaje (para evitar encharcamientos, y por ende, podredumbres de raíces, y permitir la buena oxigenación de las raíces)

– pH apto/medio

– nutrientes y sales

Al analizar el tipo de sustrato pensarás en 3 componentes químicos que no pueden faltar: Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K). Claro está que dependiendo del momento en que se encuentre la planta, tu sustrato necesitará más de un componente que de otro. Por ejemplo, durante el crecimiento de una planta y el desarrollo de la semilla se necesita un sustrato rico en Nitrógeno (N), ya otorga energía para el desarrollo de hojas y frutos; mientras que durante la floración la planta demanda niveles más altos de Fósforo y Potasio.

Al hablar de pH, también es importante mantener un pH medio, ya que un pH ácido deriva en carencias de Hierro y Manganeso. Si por el contrario se logra un pH alcalino, esto implica una falta de Fósforo, Calcio, Magnesio, etc.

Veamos recetas claves para lograr un buen desarrollo de nuestros cultivos dependiendo de la etapa de crecimiento en la que se encuentren:

CULTIVOS EN CRECIMIENTO

40% tierra base
40% fibra de coco
10% vermiculita
10% humus de lombriz

FLORACIÓN

40% tierra base
40% fibra de coco
10% vermiculita
10% fertilizante natural guano u otro fertilizante natural

Sé que parece complicado esto de articular tipos de sustrato dependiendo del momento de desarrollo de la planta, sin embargo si cultivas en una mesa de cultivo el proceso es sencillo. Sólo debes preparar en un contenedor el sustrato mezclado con el guano y los nuevos componentes y echarlo encima, removiendo la tierra con cuidado de no tocar las raíces… cada vez que riegues ¡el efecto estará garantizado!